“LA RESURRECCIÓN” DEL TURISMO DE CRUCEROS EN PUERTO WILLIAMS
A principios de los 90’s, existía un incipiente desarrollo turístico en Puerto Williams, a través de cruceros turísticos que viajaban a la Antártica y que operaban desde esta ciudad. Sin embargo, tras un accidente aéreo que dejó el triste saldo de 20 personas fallecidas, hizo que la actividad desapareciera y se instalara en la vecina ciudad argentina de Ushuaia, acaparando el 100% de la oferta portuaria para los cruceros.
En colaboración:
CRISTINA SALAZAR CAMPOS // Encargada regional de Planificación en la Dirección de Obras Portuarias de Magallanes
RDT // Edición Periodística
La ciudad de Puerto Williams es la capital de la comuna de Cabo de Hornos y de la Antártica Chilena, en la Región de Magallanes. Geográficamente, es la región más austral y extensa del país. Situada en el extremo meridional del continente sudamericano, en la parte sur de la Patagonia, limita al norte con la XI Región de Aysén, al este con la República Argentina y al oeste con el Océano Pacífico.
Su morfología tiene la particularidad de presentar una gran discontinuidad territorial, que genera tres zonas bien diferenciadas, las islas de la Patagonia Chilena, la Cordillera Andina o Patagónica y la Isla de Tierra del Fuego.
La localidad de Puerto Williams se sitúa en la Isla Navarino, al sur de Tierra del Fuego y frente al Canal Beagle. Su origen tiene relación con el inicio de las operaciones de la Armada de Chile en esa zona y que se estableció allí a mediados del siglo XX, con el nombre de Puerto Luisa.
Al pasar las décadas, esta localidad pasó a constituirse como la ciudad más austral del mundo, y pese a que mantiene características claramente identificadas con las actividades navales, progresivamente se transformó en una urbe con un potencial enorme en el desarrollo de la región y del país.
Como ciudad bañada por las aguas del Beagle, posee una serie de muelles que el Estado a través del tiempo ha ido implementando. Es así como las operaciones portuarias de los segmentos de pesca artesanal, conectividad y, por cierto, de buques de la Armada; se encuentran debidamente cubiertas por la oferta de infraestructura. No obstante, el segmento del turismo de cruceros relacionado con los viajes a la Antártida fue quedando rezagado.
Proyecto de infraestructura portuaria multipropósito
A partir del año 2012, la Dirección de Obras Portuarias (DOP) del ministerio de Obras Públicas, viendo la carencia de infraestructura en la ciudad decidió iniciar diversos estudios, dentro de los cuales también se analizó las proyecciones de demanda para cruceros turísticos y científicos. De esta manera se busca generar iniciativas que no solo mejoren las condiciones actuales de operación en Puerto Williams, sino, que también proyecte un crecimiento de la comuna de Cabo de Hornos, dado el potencial turístico y la ubicación estratégica que tiene como fondeadero de entrada para buques científico antártico.
Como resultado de estos estudios, la DOP junto al Gobierno Regional de Magallanes y Antártica Chilena, y gracias a la puesta en marcha del “Plan Especial de Zonas Extremas”, buscó reponer la actividad turística y científica extraviada a principios de los ‘90s y, para ello, era necesario contar con una oferta portuaria adecuada.
El accidente que lo cambió todo
El 20 de febrero de 1991, el vuelo charter 1069 de Lan Chile que cubría el trayecto Punta Arenas – Puerto Williams, mientras aterrizaba en el aeródromo Guardiamarina Zañartu de este último, sobrepasó la pista resbaladiza ocasionada por el frío, cayendo al mar en el Canal Beagle. Producto del accidente fallecieron 20 personas, todas turistas europeos y norteamericanos, de un total de 73 personas que se encontraban a bordo.
El barco Society Explorer que a la hora del evento se encontraba atracado en el muelle principal de Puerto Williams pretendía transportarlos hasta la Antártica. Lamentablemente, aquello no sucedió y su personal se transformó en los primeros salvavidas que, junto a la Armada de Chile, lograron rescatar a 53 personas con vida.
El incidente hizo que la actividad de los cruceros desapareciera y se instalara en la ciudad argentina de Ushuaia, distante a 50 kilómetros al norte de Puerto Williams. A partir de ese momento, contar con una infraestructura portuaria para cobijar futuros cruceros antárticos se convirtió en una “necesidad”, y los proyectos desarrollados hoy en día indican que se logrará “resucitar” y recuperar la bullente actividad del turismo de cruceros.
Avances en obras portuarias
Actualmente se tiene considerado como fecha de término de la obra en julio 2023. Sin embargo, la parte final está ligada principalmente a la ejecución de hormigones marítimos, por lo cual se estará evaluando esta situación de acuerdo al comportamiento del invierno en esta zona austral.
Durante el último trimestre 2023 se espera licitar las obras de la Etapa 2 del proyecto, que contempla la construcción de 2 Dolphins, (elementos aislados del muelle ubicados en el mar que permiten el atraque de los buques) y 4 postes de amarre (elementos aislados del muelle ubicados en el mar que permiten el amarre de los buques), más 2 estanques para almacenamiento de combustible, siendo el primero de ellos destinado para Diesel Marino con una capacidad de 2.000 m³ y el otro para almacenar 1.000 m³ de Diesel Antártico, además de las líneas de suministro que unen a los estanques con el cabezo del muelle.
El proyecto también contempla la construcción de 2 edificios. El primero de ellos destinado para la atención de pasajeros en los barcos, y corresponde a un edificio de 1.600 m² con capacidad para 400 personas e incluye servicios higiénicos, oficinas para servicios públicos (SAG, Aduana, Armada, PDI), cafetería, etc. En tanto, el otro edifico estará destinado para las operaciones del servicio de aduanas y las oficinas de administración del muelle.
Reactivación turística
Mientras se ejecutan estas obras, la industria de cruceros ha reaccionado positivamente generando desde el 2017 operaciones desde Puerto Williams. Se debe considerar que hasta ese año, la ciudad argentina de Ushuaia poseía prácticamente la exclusividad en este tipo de operaciones hacia la Antártida.
Por lo mismo, el 2017 la Empresa Portuaria Austral (EPAustral) comenzó la atención de naves asociadas a la industria de cruceros en Puerto Williams, a través de un convenio con la Armada de Chile que habilitó el muelle Guardián Brito. El comportamiento de la demanda ha sido creciente, sin considerar la contracción que naturalmente produjo la pandemia de la Covid-19.
El incremento paulatino en la industria de cruceros antárticos desde el puerto chileno implica principalmente 2 cuestiones fundamentales:
1- Un cambio de eje en el desarrollo del turismo antártico. Por primera vez, una compañía de cruceros (Silversea miembro de la IATO) decide cambiar Ushuaia por Puerto Williams, lo que constituye una señal potente para operar desde suelo nacional; no tan solo para el Estado de Chile, sino que también para el resto de la industria de cruceros.
2- Turismo sustentable y de relacionamiento con la comunidad. El inicio de las operaciones en la industria de cruceros en Puerto Williams, orientada a un turismo antártico de menor escala -denominado de “intereses especiales”-, establece compromisos de largo plazo y que involucra actividades con la comunidad e inversiones asociadas. Esto conlleva diversos beneficios que van en la misma línea que los que considera en su evaluación social, el proyecto DOP.
En consideración a la exitosa temporada 2022-2023 desarrollada en el muelle Guardián Brito, y en particular, por la entera satisfacción de la compañía Silversea que llegó a Chile desde Montevideo, Uruguay, para realizar viajes a la Antártica desde el 15 de noviembre de 2022; se han anunciado para la próxima temporada 2023-2024, la recalada de 33 buques en Puerto Williams, de las cuales 19 han sido confirmadas por parte de los buques Silver Cloud y Silver Wind. Estas naves poseen una mayor envergadura en comparación con los buques de turismo que hasta ahora han recalado en la actual infraestructura.
Proyecciones y sustentabilidad
Considerando la información anterior, más el convenio Armada-EPA 2022-2024, se deduce que la demanda proyectada puede ser cubierta por el muelle Guardián Brito, mientras en paralelo se construya el muelle multipropósito que, en definitiva, podría entrar a operar en su totalidad para la temporada 2025-2026.
Constructivamente, este proyecto cuenta con una Resolución de Calificación Ambiental (RCA), donde destacan aspectos en el cuidado del medio ambiente, fauna marina y la comunidad de Puerto Williams. Se han implementado medidas como instalación de cercos transparentes para reducir el ruido, para mantener la vista del Canal Beagle, para hacer vigías de fauna marina y así extremar medidas de precaución en caso que algún mamífero marino se acerque a la zona de obras. También destaca la logística desplegada para llegar con equipos motorizados, personal, suministros de acero y materiales, a una zona extrema del país donde la templanza de los trabajadores se ve expuesta a la inclemencia de un invierno crudo, con nieve, hielo permanente y una luz día que se agota a las 16:00 hrs. Sin duda, un tremendo desafío para el contratista, el MOP y los trabajadores.