CALETA TORTEL: UNA MARAVILLA OCULTA ENTRE DOS CAMPOS DE HIELO
Con una naturaleza que acongoja; con una increíble biodiversidad; con una cultura patagona que atrae y un escenario de ensueño que impactan nuestros sentidos, son algunos de los elementos característicos que identifican a la comuna de TORTEL. Este territorio situado al sur de la región de Aysén, se potencia como el próximo destino turístico estrella de nuestro país.
La región de Aysén es una zona donde confluyen lugares de increíble belleza; pero, sin duda, uno de sus mayores atractivos reside en la abundancia de agua y la inmensidad de una naturaleza indómita. Bastante de ello, lo encontramos en la comuna de Tortel, lugar que destaca por los numerosos caudales que la recorren y que van nutriendo el corazón de una naturaleza excelsa e inclemente.
La comuna, situada en la provincia de Capitán Prat, se inserta en un territorio rodeado de una perfección sin igual, en el que coexiste una rica biodiversidad. Tortel es una caleta maderera, cuyo origen se remonta al año 1955, momento en que fue fundada de manera formal. Sus primeros habitantes comenzaron a llegar a inicios del siglo XX.
Mucho de los atractivos turísticos que residen en Tortel, se dan por su conformación estructural a partir del uso y explotación de la madera de Ciprés de las Guaitecas; elemento que da forma a las pasarelas y escaleras que conectan los distintos puntos de la comuna.

Tortel es una tierra de magia y encanto, territorio que poco a poco comienza a maravillar a quienes llegan seducidos por la historia y su gente. Destacan sus tradiciones, sabores y paisajes únicos en Chile. Además, ofrece la posibilidad de caminar sobre el agua a través de las pasarelas de ciprés; y enamorarse con la inmensidad del mar al navegar entre sus canales.
Por una parte, están los fiordos, bosques y la increíble diversidad de flora y fauna que coexiste en este territorio; y por otro lado, sus atractivos se van acrecentando en la navegación por las aguas del océano pacífico que se nutren por el deshielo de glaciares y corrientes del río Baker.
Las cualidades y fortalezas de quienes viven allí, de sus pioneros y allegados a estas tierras, son una motivación extra para querer visitar Tortel y conocer la idiosincrasia de sus habitantes, que arribaron con la esperanza de surgir y crecer en la región de Aysén.
Una sociedad diversa y orgullosa de sus tradiciones

Tortel se convirtió en comuna el año 1955. Los esfuerzos y la visión de su comunidad han permitido un avance sostenido para dar a conocer las bondades turísticas de esta comuna, sin perder la identidad y cultura de sus habitantes. Por ejemplo, su historia está teñida por el misterio que rodea el monumento histórico “Isla de los Muertos”, asociado a la primera ola de personas que desembarcaron a vivir en la caleta.
Tras ellos, comenzaron paulatinamente a llegar los primeros habitantes que poblaron el lugar. En la estrechez de un bote o con la compañía de caballos, lograron encontrar este asentamiento con un “corazón verde” a orillas de una escenografía majestuosa e inconmensurable.
El actual alcalde de la comuna de Tortel, Abel Becerra Vidal, es el hijo menor de una familia de 13 hermanos. Su padre y su madre llegaron como uno de los primeros colonizadores a sentar las bases de lo que hoy es este territorio. En ese tiempo Tortel estaba conectado al país, sólo por canales navegados alguna vez por la cultura Kaweskar.

alcalde de Tortel
“Primero quisiera decir lo orgulloso que me siento de hablar de mi tierra natal Tortel. Como alcalde, siendo hijo de pioneros y criado en esta tierra bella de incansable esfuerzo, hemos surgido gracias al trabajo en la extracción del ciprés muerto, sacado del monte y de los valles. La mayoría de las veces a pulso y otras con ayuda de bueyes. Antes que llegaran los motores teníamos que remar “cinchando” las balsas de ciprés, para mandar la madera principalmente a Natales, conexión que hoy, para nosotros, de a poco comienza a tener otro sentido, como el abastecimiento de alimentos, embarque y desembarque de turistas”, comenta el alcalde, Abel Becerra.
Una caleta maderera construida a pulso
La vida en Tortel se configuró en torno al uso de la madera de ciprés. La generosidad de una tierra rica y de un clima apto para la presencia de una cuantiosa vegetación, permitió la existencia de hermosos bosques con este tipo de leña, la que destaca por su resistencia al agua y su rápida combustión. Desde ahí, se convirtió en el elemento central de las construcciones habitacionales, destacando de manera especial, su protagonismo en las pasarelas y escaleras que conectan a la comuna.
Y es que Tortel tiene más de 8 kilómetros de pasarelas, tramos que enlazan una localidad unida por troncos alguna vez cortados por sus primeros habitantes; los que van dando lugar a recovecos de enigmas e historias de vida, para las más de 600 personas que habitan actualmente la comuna.


Esta caleta maderera fue declarada Zona Típica el año 2001, y su singular arquitectura y estilo de vida, junto a la fachada de múltiples viviendas autóctonas han ido despertando un gran interés turístico. Sin duda, las pasarelas son ejemplo de un trabajo de gran prolijidad y nivel que fue desarrollado a pulso por artesanos, cuando aún no había un gran vínculo con las demás localidades.
Viajando entre canales y fiordos
La belleza de Tortel es una inspiración en la panorámica que ofrece la presencia de su gran biodiversidad natural. Enclavada como un pequeño punto en el extremo sur de la región de Aysén, Tortel invita a imaginar historias y adentrarse en aventuras de navegantes, como un punto esplendoroso entre los fiordos y canales de este lado marítimo de la Patagonia sur.
Su ubicación estratégica está entre dos importantes reservas de agua dulce en el mundo: Campos de Hielo Norte y Campos de Hielo Sur. Estos puntos de enorme interés científico, son también un centro de atención para turistas e investigadores. Desde ahí, se reconoce una importancia que traspasa la cultura y los modos de ser en este poblado. Caleta Tortel se transforma en una especie de “campamento base” o punto de referencia para iniciar expediciones o para visitar otras zonas.


La navegación es parte fundamental en su historia identitaria, ya que fue por ese medio como se movilizaron las primeras familias que habitaron la comuna. Además, era el medio de transporte entre los indígenas Kaweskar, etnia nómada que tenía vínculo con este territorio.
No obstante, la navegación continúa siendo un punto preponderante en la identidad local. Mujeres y hombres navegan sin distinción, como parte intrínseca de un tortelino. Ya sea para acarrear leña que recolectan en campos aledaños o para trasladar fletes o moverse de aquí para allá, con un sentido social. Las embarcaciones son parte natural del devenir en la caleta.
Soledad Nahuel Arriata, oriunda de Tortel, señala que: “Me gusta mucho esa conexión que existe entre nosotros y la naturaleza, porque si bien ahora tenemos los instrumento para analizar las condiciones climáticas y poder navegar sus aguas; antes teníamos que observar el comportamiento de las nubes, de los animales, la fase en la que se encontraba la luna, las mareas etc. Eran varios los factores que determinaban si podíamos aventurarnos para navegar los canales y fiordos” asegura.
La navegación es el medio de transporte por antonomasia en la caleta Tortel, pero también es parte de la oferta turística que tienen sus visitantes al momento de conocer la localidad.
La inmensidad del territorio y la riqueza de su naturaleza permite una nutrida selección de zonas que se pueden recorrer. Las principales agencias ofrecen recorridos por aquellos puntos que bridan un vistazo a la majestuosidad de los monumentos naturales. Muchos turistas nacionales y extranjeros arriban ansiosos por conocer el Glaciar Jorge Montt, Isla de los Muertos, Glaciar Steffen, Río Pascua, Río Quetru, entre otros.


Silvia Vega Vargas, es una tortelina que se dedica al rubro del turismo y al oficio artesanal. Desde sus quehaceres asegura que: “como mujer navegante y artesana en lana de oveja, veo el turismo como una oportunidad para el desarrollo justo y sostenible de los territorios, la conservación de la biodiversidad, el cuidado del medio ambiente, la valorización de la cultura e historia de la Patagonia, de sus personas y comunidades” sentencia.
Tortel está rodeado de agua, tanto así que los caminos van por sobre ella jugando con el mar. Por esta razón, visitar la comuna es adentrarse en un territorio tan único como singular, al mismo tiempo que se empapan de las tradiciones y gastronomía típica de la cultura patagona.
Un día en Tortel
Visitar Caleta Tortel requiere tomar ciertas precauciones para disfrutar de un viaje inolvidable. Si tienes vehículo deberás tomar la ruta 7, o carretera austral, y mantenerte conduciendo sin desvíos. La variedad de paisajes te impactarán, pero conviene tener precaución con algunos caminos que aún están en construcción. Si viajas en bus o en barco, puedes tomar transporte en Coyhaique o Cochrane, o en su defecto, iniciar el viaje desde la austral región de Magallanes, vía marítima.
Recuerda reservar con anticipación alojamiento y estadía en los hostales o cabañas de la comuna.
Con esa información, tu presencia en Tortel será una experiencia inolvidable, donde disfrutarás de una impresionante postal de la patagonia. Personas subiendo sacos de leña por las interminables escaleras, disfrutar de una lluvia torrencial y después, la calidez del sol y el sonido de las aves cantando entre los bosques de árboles nativos. Un cuadro que debes inmortalizar en tus fotografías y enviarlas a tus seres queridos y amigos. ¡Serás la envidia de todos!
Transitando por Tortel encontrarás artesanía típica elaborada en madera de ciprés, junco y lana natural de oveja. En la comuna prevalecen los oficios tradicionales en base a los recursos naturales, destacando la tejuelería y la carpintería en ribera, como quehaceres transversales de la vida entorno a la caleta.


Después de tanto viajar y conocer, puedes recuperar energías alimentándote con sabores asociados a la vida de campo. Pan casero, tortas fritas, roscos y mermeladas en base a frutos silvestres, son algunos platillos insignes en la memoria cultural del tortelino. Pero también preparaciones como el tradicional asado al palo, junto con otras recetas a base de mariscos y carne seca, son algunas de las herencias culinarias que podrás disfrutar si visitas Caleta Tortel.